viernes, 29 de abril de 2011

La pena de muerte

La pena de muerte en España fue abolida por Ley Orgánica en el año 1995. Así mismo, en la actual Constitución se establece su abolición, excepto para lo que puedan disponer las Leyes penales militares para tiempos de guerra, como podemos observar en el artículo 15.

En nuestro país las últimas ejecuciones por pena de muerte tuvieron lugar en el año 1975, cuando fueron fusilados dos miembros de ETA y tres del FRAP.
A lo largo de la historia de nuestro país, la pena de muerte fue utilizada hasta 1932, cuando fue abolida debido a una reforma del Código Penal, realizada en la Segunda República. En el año 1934 fue restablecida, pero solo para ciertos delitos, como el terrorismo o el bandolerismo. Francisco Franco, sin embargo, la reincorporó plenamente al Código Penal en el año 1938, y esta situación se mantuvo hasta el año 1975.

A pesar de que en España está abolida, la pena de muerte sigue existiendo en numerosos países. Son conocidos sobre todo los casos de países árabes, como Irán. Arabia Saudí, por ejemplo, es el país con mayor aplicación mundial de la pena de muerte, según informes de la ONU. Pero también llaman la atención casos de otros países, como Estados Unidos o Japón, donde se sigue aplicando esta forma de ejecución.
Actualmente se producen numerosas manifestaciones en múltiples países en contra de esta pena.
Aministía Internacional hizo público un informe donde denuncia las ejecuciones realizadas en el mundo en el año 2008.








Personalmente, nos manifestamos en contra de este tipo de pena, ya que consideramos que se trata de una negación del derecho a la vida, y la mayor violación de los derechos humanos. No entendemos cómo pueden seguir existiendo países que aplican esta forma de ejecución en pleno siglo XXI. Nos llaman la atención casos de algunos países, como Estados Unidos, que pese a ser la
primera potencia mundial y nación defensora de los derechos humanos, sigue aplicando la pena de muerte. También debemos mencionar los casos de países árabes, donde se condena a muerte a un gran número de personas por diversos delitos, como el adulterio o la homosexualidad.
Hay que tener en cuenta también que numerosas personas son condenadas siendo inocentes, sin suficientes pruebas en su contra.